Conchita Ulía (foto), cantante nacida en San Sebastián, triunfó interpretando diversos géneros musicales. Los dominaba todos. Daba igual que se tratara de un cuplé que de una canción regional, un fado, un tango o un bolero. Su capacidad para adaptarse era envidiable. De hecho, grabó varios discos y fue portada en algunas de las más insignes publicaciones de su época. La publicidad se refería así a ella: “Artista genial que ha cautivado y conseguido el aplauso de todos los públicos de España y de las posesiones españolas en Marruecos”. Habría que añadir: y muy especialmente, en Portugal. Sus triunfos en el país vecino resultaron constantes, presentándose en los principales teatros. El diario ABC, en la edición del lunes 17 de enero del año 1927, se hacía eco en la sección de espectáculos de la noticia referida a su reaparición en el elegantísimo Teatro do Gimnasio, en Lisboa, aunque llevaba retirada seis años. Precisaba la crónica que el éxito fue rotundo: “El teatro estaba lleno totalmente por un público selectísimo, que ovacionó a la artista con verdadero entusiasmo”. Del talento artístico de Conchita pudieron disfrutar los cántabros que acudieron a verla actuar en el mes de junio del año 1918 al Salón Pradera de la capital cántabra, donde cada día que actuó las ovaciones en su honor fueron unánimes.
