Ha publicado “El Diario Montañés” el artículo que he escrito y titulado “Poty” (foto), que dedico a mi amigo Javier Castillo “Poty”, coreógrafo y bailarín televisivo de éxito, por el premio “Horeca” que le entregará próximamente la Asociación de Empresarios de Hostelería de Cantabria. Espero que os guste, amigos de la web. He aquí su texto:
Enorme acierto concederle este año a Javier Castillo “Poty” el premio “Horeca” de la Asociación Cántabra de Empresarios de Hostelería. Enorme. Premio merecidísimo. Enhorabuena a quienes plantearon su candidatura y le votaron. Poty, que ahora saborea el triunfo y la popularidad televisiva, es un hombre forjado a sí mismo, que hizo camino en el ámbito del ballet en tiempos muy distintos a los actuales. Su y nuestro Torrelavega de juventud no era como el actual, como no lo es tampoco nuestra España. Todo ha cambiado mucho. Por fortuna, de manera especial la mentalidad. Poty quería ser profesional del baile y para lograrlo debió superar elevados obstáculos. Nadie le ha regalado nada, como bien saben quienes le conocen y bien sabe el que suscribe, pues compartimos en Madrid años muy difíciles; años de tantas ilusiones como carencias, en los que nada era fácil. Las hamburguesas nos sabían a angulas, qué remedio. Y nuestros bolsillos agonizaban ante los neones de Gran Vía. Sólo la ilusión de vivir de lo que nos apasionaba –en su caso, el baile; en el mío, el periodismo- atizaba el fuego de la constancia en el estudio. A diferencia de otros que en cuanto hicieron cumbre en la fama se olvidaron de sus humildes orígenes, Poty sigue con los pies en la tierra. Sabe perfectamente quiénes se han montado a su tren en marcha y quiénes le escuchábamos cuando ninguna oreja le prestaba atención, cuando nadie le solicitaba un autógrafo. Nunca ha renunciado a su condición de paisanuco y sigue mostrándose como un ser entrañable, sonriente, pleno de vitalidad y enamorado de Torrelavega y Cantabria. El gran Albert Camus escribió: “No es difícil tener éxito. Lo difícil es merecerlo”. Muy cierto. He aquí, pues, alguien a quien hay que aplicarle lo segundo: “Poty” se merece el éxito que tiene, logrado a base de esfuerzo y fe en sí mismo. Y, además, lo disfrutará esta vez con premio, en casa y en vida, lo cual en España constituye privilegio fuera de lo común. Sobre todo, abunda la casuística, por eso de “en vida”. Enhorabuena, querido y admirado amigo.