Así rompían hoy por la mañana las olas en El Sardinero santanderino. Concretamente en la zona del zoo marino. Era el paisaje un fascinante espectáculo. El único peaje que había que pagar para hacer unas fotos como las que hice consistía en… ¡sufrir un frío horroroso! El viento soplaba con enorme intensidad y llovía. Pero viendo lo que se ve en las imagenes, creo que la experiencia mereció la pena.
Las gaviotas, el mar, el Palacio de La Magdalena…
… un paisaje, en suma, de extraordinaria belleza.