La noticia cultural de las últimas horas ha sido esta: “El escultor Jaume Plensa, galardonado con el Premio Velázquez 2013, dotado con 100.000 euros, que concede el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. El jurado ha valorado la coherencia de una trayectoria en la que ha renovado en profundidad el lenguaje plástico de la escultura, integrando poesía y conceptualización con propuestas de gran intensidad estética”. Pocas personas saben en Cantabria que aquí tenemos una excelente obra de este genio de la escultura poética. Está en Torrelavega (foto grande de Viquipèdia y pequeña de la Agencia de Desarrollo Local), en una de las rotondas de Torres, muy cerca del campo de fútbol de El Malecón. La tituló “Mi casa en Torrelavega”. Es de acero y policarbonato. Reproduce la propia casa del artista en Sant Just Desvern. La elevadísima pieza incluye un suave sistema de iluminación en el que la luz cambia de color (magenta, verde, azul, blanco, amarillo y rojo) cada veinte minutos con un intervalo entre cada color citado de un minuto. Este detalle, tan habitual en los trabajos del creador catalán, es poco apreciable. Pero en la sutileza y los matices radica, precisamente, uno de los encantos de tan original creación. Enhorabuena, pues, a Jaume Plensa por el premio, que añade a una carrera llena de importantísimos galardones y reconocimientos nacionales e internacionales.