Para imaginar la fuerza del temporal que ha afectado en las últimas horas a Santander no hay más que fijarse en esta foto que hice ayer por la mañana en el paseo del “Chiqui”, en El Sardinero. Debe ser tremenda la intensidad de una ola para rompa en dos una pilastra de cemento del tamaño y grosor como la que véis en el suelo, amigos. La imagen habla por sí sola.
El mar también arrancó este trozo de bordillo y dejó temblando al que se ve a la izquierda.
Y el trozo de bordillo… lo desplazó hasta aquí.
El amanecer de la jornada, con pleamar, fue desde el punto de vista paisajístico de enorme belleza. Mi cámara de fotos levantó acta al respecto.
El agua hizo desaparecer literalmente la playa. Todo era mar. Nada de arena…
Y este es el video que grabé y he colgado en YouTube y en mi página de Facebook. Se ven en él tanto la pleamar como el amanecer