En la foto adjunta vemos una de las clásicas escenas, de antaño, en el puerto santanderino. Corresponde al año 1910 y es una de las muchas fotos-referencia convertida en tarjeta postal evocadora de aquel Santander que fue. Salta a la vista qué durísima era la labor realizada para ganar un humilde jornal con el que sostener a la familia. Y, además, dando igual que la jornada fuera de sol o lluvia, de calor o frío. He aquí una mirada al ayer de las que invitan a reflexionar. La imagen está llena de detalles sobre cosas, edificaciones desaparecidas y espacios que ya forman parte de la historia de la ciudad.