Se puede contemplar estos días en Santander una exposición emocionante: “Los juguetes de mamá y papá” (hice en ella la foto adjunta), excelente idea de mi amigo Jesús Jiménez, joven talento artístico de la región. Constituye un viaje a través del túnel del tiempo y engancha a la clientela. A las personas de más edad porque les sitúa delante de los juguetes con los que disfrutaron en su infancia y a las más jóvenes porque descubren un mundo de entretenimiento que no se imaginaban. Resulta, pues, una experiencia de altísimo voltaje sentimental. “Una de las cosas más afortunadas que te pueden suceder en la vida es tener una infancia feliz”, escribió muy acertadamente Agatha Christie. Quien se pierda esta muestra de recuerdos -además, de fin solidario- no sabe lo que se pierde. Dicho queda.