“Siboney”: la ilusión interrumpida

Las consecuencias laborales y económicas de la actual pandemia son evidentes en los ámbitos empresarial y comercial. Abundan los ejemplos. Un sector que la padece es el hostelero. Y en él, especialmente determinados locales. Por citar un caso de Santander, la popular “Cafetería Siboney”, ubicada en Castelar. Al disponer de licencia especial, permanece cerrada desde el pasado día 21 de agosto. Esta Cafetería, que abrió por primera vez sus puertas el 29 de julio de 1989, tiene como propietarios a Pedro Manuel García Revilla y Eduardo Serafín Cobo Martínez, antiguos camareros que, impulsados por la ilusión, decidieron quedarse con ella hace 21 años. Aunque el problema está planteado por los cauces adecuados en el terreno político, salta a la vista que resulta preciso acortar al máximo los plazos para que este negocio -y cuantos se encuentren en una situación similar- pueda reanudar su actividad con idéntico horario que otros bares o cafeterías. Para ello, incluso dispone de una estupenda terraza exterior. Lo importante es, respetando los correspondientes protocolos sanitarios, poder trabajar, pues de “Siboney” viven unas cuantas familias. Le envío un fuerte abrazo a mi amigo Pedro Manuel y los ánimos que merece por el entusiasmo que deposita en todos sus proyectos en pro de la tierruca y sus gentes. Lo hago con estas palabras del gran Víctor Hugo: “Incluso las noches más oscuras acaban con la salida del sol”.