En julio de 1922 actuó en el Teatro del Gran Casino Sardinero una de las cupletistas más atractivas y populares de España: “Preciosilla” (foto). Es decir, Manuela Tejedor, nacida en Calatayud el 7 de junio de 1983 y fallecida en Madrid el 12 de noviembre de 1952. La picardía de los cuplés que interpretaba, la mayoría creados para ella por el prestigioso compositor Quinito Valverde; la sensualidad con la que se movía en el escenario y las atrevidas prendas que elegía para realzar su cuerpo suscitaban el entusiasmo desatado del sector masculino del público. “Preciosilla”, que ganó muchísimo dinero, siempre entregaba a los espectadores lo que esperaban de ella. Su fama no sólo creció rápidamente en nuestro país sino que traspasó fronteras, presentándose en América (Cuba, México, Perú), Francia, Portugal e incluso Mónaco. Su show incluía, como destacaba la prensa, un “gran derroche de galas y joyas” y un excelente vestuario confeccionado en París, aspectos que complacían al segmento femenino de la audiencia. Sabía contentar, pues, muy bien a todo tipo de clientela, por lo que recibía aplausos constantes e intensos. Su debut en Santander no resultó una excepción al respecto: aún parecen escucharse las ovaciones. En conjunto se puede afirmar de ella que fue un paradigma de artista; es decir, profesional del espectáculo con carisma y personalidad inconfundible. Y garantía de éxito en taquilla para cualquier empresa. Inolvidable “Preciosilla”.
