El santanderino José Francisco Alonso (foto) no sólo se convirtió en uno de los mejores pianistas de España sino del mundo. Echó raices profesionales en Viena y desde allí proyectó a numerosos países –fue el primer pianista español que debutó en la república Popular China, por ejemplo- su inmenso talento a la hora de interpretar a Beethoven, Schubert, Schumann, etc. Disfruté de una inolvidable actuación suya en el Círculo de Recreo de Torrelavega, en los años setenta, organizada por la “Obra Social y Cultural” de la entonces llamada “Caja de Ahorros de Santander y Cantabria”. Tenía una manera única de tocar el piano. Lo hacía con extraordinaria sensibilidad, seguridad, delicadeza, profundidad. Los genios del pentagrama que he citado se hubieran puesto en pie para aplaudirle y gritarle “¡bravo!”. Consta para la historia como uno de los cántabros más internacionales. Dejó una indeleble huella de calidad y Arte (así, con intencionada mayúscula) en el planeta Música.
