Recuerdo artístico / Ataúlfo Argenta

Cantabria aportó un genio de la dirección orquestal a la historia de la música clásica y la zarzuela: el castreño Ataúlfo Argenta (foto), un número 1 no sólo nacional sino también internacional en su bellísimo oficio. Conste como demostración este evento: en agosto de 1953 dirigió dentro del “Festival Internacional de Santander” el ciclo completo de las “Sinfonías de Beethoven” con la Orquesta Nacional en el añorado tinglado de la Plaza Porticada. Una vez concluida la interpretación de la “Novena”, la ovación duró casi ¡quince minutos! El público, puesto en pie, le aplaudía con entusiasmo y gritaba sin cesar “¡bravo!”. Consta de aquel acontecimiento en lugar la siguiente inscripción grabada en piedra: “En esta plaza el día IX de agosto de MCMLIII Ataúlfo Argenta coronó gloriosamente el ciclo de las sinfonías de Beethoven. El recuerdo de aquel aplauso intensifica el dolor de su memoria”. Batuta en mano, Argenta resultaba un músico pleno de carisma tanto para los profesores de cada orquesta como para cada uno de los espectadores que asistían a los conciertos en los que ejercía de director. Su talento fue inmenso. Su huella es eterna.