Ya casi no se usan, pero antaño, cuando no existía el móvil, era lo primero que se buscaba en una ciudad para escribir a casa y decir que se había llegado bien y que el sitio parecía muy bonito. He aquí una de Santander. Por cierto: varias cosas que vemos en ella son historia o están sensiblemente cambiadas. Lo que el tiempo se llevó…