Era espectacular esta mañana la bajamar que presentaban las playas de El Sardinero santanderino. Quedaba el agua muy lejos y la extensión de los arenales parecía interminable. Hice la voto que véis, amigos de la web, para que se pudiera comprobar al menos parcialmente tan asombroso efecto de aparición-desaparición que nos propone, en asombroso ejercicio de magia, la Madre Naturaleza.