Resulta muy entrañable contemplar determinadas opciones festivas. Por ejemplo, esta que he presenciado en el muelle de Comillas (Fiestas del Cristo del Amparo): la divertida “cucaña marinera”. Caminar por el poste hasta llegar a su extremo manteniendo el equilibrio y poder coger de él la bandera no es nada fácil. Por regla general, tal experiencia concluye, para peques y mayores, en apoteósico chapuzón. Fotografié un momento de la divertida “competición”. Este participante iba (como tantos otros) camino… del agua. Mi aplauso para las iniciativas así de populares, sencillas y evocadoras.