La prestigiosa cantante y compositora santanderina Ana Cirre, residente en México, acaba de publicar un nuevo disco que ya se ha situado en el pedestal del éxito. Su título es una declaración de principios, una apología de la vida en tiempos dominados por la angustia: “Invencibles”. Esta magnífica obra de mi paisanuca y amiga enciende, pues, la luz en medio de la oscuridad general. Bienvenida sea.
-¿Qué te impulsó, Ana, a escribir las canciones de corte humanista que integran “Invencibles”?
-Invencibles es la suma de mis años, mis días y mis noches de esta experiencia como humana, mujer y artista. Es el resultado de una búsqueda constante del despertar de mi conciencia, aunado a este interés y necesidad de darle un sentido de utilidad a la música. Consciente del poder que ejerce sobre todos nosotros junto con la palabra y la intención con que esta es emitida y expresada. Es también esta necesidad de cambiar el mundo, de formar parte de ese cambio, de inspirar y fortalecer a través de este don con el que fui bendecida al llegar a este maravilloso y extraordinario planeta. Si queremos un mundo de paz y de justicia debemos de poner la inteligencia al servicio del amor. Definitivamente, Invencibles es el disco más generoso y amorosamente consciente de toda mi carrera.
-Ha fallecido el gran “Quino”. ¿Cuánto tienes tú de “Mafalda”?
-De Mafalda tengo a la niña constante en mí, pragmática, respondona, rebelde con causa, que no entiende por qué hay adultos que no ven las cosas como ella las ve de fácil y sencillo. Al igual que ella, me siento comprometida con los derechos humanos, la paz y la justicia. Amante de la democracia, del pensamiento. Y al igual que ella, odio el racismo, las guerras y la incoherencia en los adultos. Tengo la misma tendencia a observar y analizar todo lo que sucede y me rodea. ¡He de aclarar que a mi sí me gusta la sopa!
-Si somos tantas las personas de acuerdo en lo fundamental de la existencia, ¿por qué está el planeta Tierra como está?
-Porque nos falta tomar acción. Tenemos que trabajar no desde la individualidad, sino desde la comunidad. Primero uno se equivoca, después analiza sobre los errores cometidos y desde este análisis, aprende. Acto seguido, toma acción. Esto último requiere de mucha fortaleza y decisión, y el sistema se ha encargado de intentar anular nuestro propio criterio, de no ser valientes y hacernos sentir sin derecho a confrontar y enfrentar. El sistema político que nos representa es cínico, sin palabra y sin valores, saliendo no de otro planeta, sino de ese mismo sistema que nos quiere así. Manipulables. Pero tengo fe en el ser humano y sé que lo vamos a lograr. Tarde o temprano, pero lo vamos a lograr. Es algo que está en nuestro ADN. Se llama sobrevivencia.
-¿Hasta dónde debe llegar el compromiso de un artista para ejercer de “Pepito Grillo” en la convulsa sociedad actual?
-Debe de llegar hasta donde su corazón y su ombligo le dicten. Es muy importante primero entender y aceptar como artista la importancia de todo lo que sale de nuestro corazón y voz, el poder que ejercen la música y la palabra en aquellos que nos escuchan y el papel tan fundamental que, como comunicadores que somos, tenemos ante la sociedad. Después de entender esto no puede haber marcha atrás, es un compromiso social y humano. Puedo porque creo que puedo. Los que crean que es imposible, por favor, que no molesten ni interrumpan a los que lo estamos intentando.
-¿Qué representa artística y moralmente este nuevo disco en tu trayectoria profesional?
-Artísticamente es una evolución, salir de mi zona de confort y defender lo que hoy creo y siento que debo defender. Y proponer, si es preciso, romper con los estereotipos y modas actuales. Moralmente es un compromiso conmigo misma, con la humanidad y el planeta. Y comprueba mi fidelidad: siento, pienso, luego actúo.
-“Hoy”, una de las mejores canciones de “Invencibles”, es un canto revindicativo de la maltrecha humanidad. ¿Qué sientes al constatar el efecto positivo que suscita entre tus fans escucharla?
-Siento una gran felicidad, un profundo agradecimiento al todo y a todos. Siento que estoy en el camino correcto y descubro con gran alegría que todos estamos pensando y necesitando lo mismo sin importar edad, color de piel, nacionalidad, género o estatus social. Todos coincidiendo en una misma necesidad y pensamiento. Siento el verdadero éxito, que va más allá del dinero y de lo material. Siento muy bonito en mi corazón.
-¿Cómo superas la situación de pandemia, tan desmotivadora para todos y tan perjudicial para tu sector profesional?
-La supero sólo por hoy. Ahora es cuando se pone a prueba todo mi conocimiento y capacidad ante los tiempos difíciles. La supero con lo esencial: la familia, los amigos y el contacto con la naturaleza. Con la certeza de que no hay mal que dure cien años. Convencida que todo es por algo, para nuestro más alto bien.
-¿Qué huella te gustaría que dejara “Invencibles”?
-La huella de que nada es imposible.
-¿Qué detalles o circunstancias cotidianas te hacen recordar a diario tu Santander del alma?
-Para saber a dónde voy, he de recordar de dónde vengo. Y para ello no necesito nada, porque yo misma y mi esencia pertenecen y son Santander. Nunca me fui, nunca me olvidé de mí misma. Yo soy el mar de Cantabria, soy sus verdes campos y sus montañas altas. Soy Mar y Tierra. Siempre conectada a Cantabria hasta que la muerte nos separe.
-Para despedir esta entrevista, te invito a plantear un deseo.
-Juntos somos mucho más, somos invencibles. Reconectándonos con nuestro origen seremos invencibles, logrando un mundo de paz y de justicia. El Tiempo es Hoy.
The end.
JAVIER RODRÍGUEZ.
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