La plaza de Cañadío, de Santander, se convirtió en una peluquería donde Chirstophe Pavia (foto) instaló su peluquería itinerante. Los elementos de su moda se basan en los pájaros, las mariposas, las flores y los perfumes. A ritmo de música clásica, este disparatado peluquero supersónico realizó esculturas con los cabellos de los voluntarios que osaron ponerse en las manos de su destreza con el arte de la tijera, el peine, la gomina… Presencié un ejemplo de lo que puede ocurrir en esta improvisada peluquería. Cuando la joven modelo Elena se vio en el espejo sonrió y dio la gracias a Mesié Christophe. Nos queda la duda de cómo pudo dormir con tan vanguardista peinado. Esta ha sido una de las sorpresas que el MAF va desvelando en este fin de semana de la fantasía de Santander.