La noche ha sido tremenda en la costa cántabra. En Santander las huellas se han notado por la mañana principalmente en El Sardinero: locales inundados, edificaciones deterioradas, etc. Recuperar la normalidad implicará muchos millones de las antiguas pesetas. Me acerqué allí para fotografiar algunos efectos de la fuerza desatada del mar. En esta primera imagen vemos cómo arrancó de cuajo parte de la valla de hierro del paseo principal (en este caso, muy cerca del “Cormorán”) y uno sus pilares.
Así quedó parte de la fachada del “Cormorán”, la que se orienta hacia la Segunda Playa.
Gran trozo de barandilla de hierro que el mar arrancó del paseo, dobló y lanzó a la arena.
La playa muestra algunas de las enormes piedras y bloques de cemento que trajo el agua.
De la rampa de bajada a la Segunda Playa no quedan ni los pilares ni la barandilla…
De tal rampa las olas arrancaron incluso la base de cemento y los adoquines.
El agua cruzó la carretera de la Avenida del Stadium. Los servicios de emergencias han ido apilando toneladas de arena.
Esta nevera repleta de botes de refrescos la desplazó el mar desde la cafetería “El Parque” (o sea, desde el otro lado de la carretera) hasta las inmediaciones del Supermercado Lupa.
El 112 trabajaba también a tope en “El Parque”, otro local con tremendos desperfectos. La valla delantera del paseo, como se puede ver, desapareció de su fachada frontal y el interior quedó destrozado.
Gigantescas olas rompiendo en la zona de Mataleñas.
Ola que capté en la Isla de Mouro. Supera en altura incluso a su faro. ¿Cuántos metros mediría? Impresionante. A modo de complemento final grabé este video. Se ve en él cómo azotaban gigantescas olas tanto las inmediaciones como la propia isla. Las imagenes hablan por sí solas…