La extraordinaria sensibilidad del pintor Eduardo Pascual detecta de inmediato cualquier caso de fondo humano, de reflexión sobre la vida y su esencia. Paradigma: este cuadro. Eduardo me cuenta cómo nació en su nuevo estudio, ahora ubicado en Torrelavega: “Hace unos meses, disfrutando de unas fotografías que vi en el Facebook de José Del Pino Cobo, al detenerme especialmente en una… me dio un vuelco el corazón. Le pedí permiso y la pinté aportando lo que yo sentía. La he titulado “La maleta de la vida”. Su protagonista, que se llamaba Vicente, podría ser cualquier persona. ¡Yo mismo! Es una de las obras que he realizado en sesenta años pintando que más ha tocado mi alma”. El cuadro es magnífico (como cada una de las fotos de José Del Pino Cobo). Sin alma no hay arte. Y el alma, salta a la vista, habita en los pinceles de Eduardo y la cámara de José. ¡Enhorabuena a los dos!
