Esta foto tan evocadora es una de las que integran mi libro “Lo que el tiempo se llevó”, dedicado a aquel Santander que fue. La realizó uno de los mejores fotógrafos que ha habido en la capital de Cantabria: el inolvidable Mazo. Constituye un verdadero viaje por el túnel del tiempo. Está captada en el Paseo de Pereda. Bonita, ¿verdad?