El circo, de luto

Luto bajo la carpa. Lloran hasta los payasos, seres angelicales nacidos para hacer reír. Nos muestra hoy el circo su imagen triste por la muerte de uno de sus más leales y entusiastas defensores: José Luis Sánchez Llaca, ilustre aficionado santanderino. ¡Cuántos momentos inolvidables disfruté con él y nuestros comunes grandes amigos Paco y Carlos!  Años maravillosos escribiendo y editando nuestra humilde revista circense, conversando de forma interminable sobre el espectáculo al que amamos, aprendiendo de sus múltiples experiencias… Se amontonan los recuerdos de lo compartido, que fue mucho; de las alegrías y penas de la vida. El circo, territorio mágico donde los haya, nos unió y forjó una amistad eterna. Esta tarde despediremos a José Luis en la iglesia de los Padres Carmelitas, en Santander. ¡Qué pena tan inmensa! El nudo en la garganta será inevitable. Y el dolor anímico por su ausencia, una herida que nunca cicatrizará. Gracias por todo, queridísimo amigo. Gracias. Descansa en Paz. Desde la más profunda emoción, mi pésame y abrazos para su familia.