“No me importa dónde estés, lo que quiero es verte” (Ed. Carena) es el título de la nueva novela escrita por Luis Anguita Juega. Igual que las anteriores, desde que salió a la venta logró conquistar a sus fieles y numerosos lectores, que tanto se identifican con los personajes imaginados por este excelente autor y con su filosofía. En la entrevista nos habla de las claves conceptuales de la obra y de otros aspectos muy interesantes de su desarrollo.
-¿Qué te inspiró, Luis, para crear el argumento de la novela?
-Es una pregunta buenísima. A veces ni este contador de historias lo sabe. Hay algo que hace que una idea surja en tu cabeza, ahí se va formando y sobre ella empiezas a escribir. En el libro quise reflejar que la vida no es fácil, que la vamos dejando escapar y un día surge algo, una ilusión, un flechazo y no sabemos reaccionar y en ti queda lo que podías haber hecho y no hiciste. Sobre esa nebulosa que hay en tu cabeza, sueñas, imaginas y comienzas a escribir una historia sin saber muy bien qué camino vas a tomar.
-¿A qué reflexión final pretendes llevar al lector?
-Que hay que ser consecuente con uno mismo; actuar como sientes, con honor incluso, una palabra que tan en desuso parece. A seguir caminando aunque duela, a levantarse e intentar ir a por la vida. Podrás ganar o podrás perder, lo que sabes es que hiciste lo correcto.
¿Cómo fue esta vez el proceso de escritura?
-Fue un libro escrito con pasión, que salió de mi interior mientras se publicaba mi anterior novela, “Te quise ayer”, y decidí callarlo, esconder la historia y que reposara durante más de un año, mientras estaba centrado en el libro que acababa de sacar. Al cabo de un año lo releí y disfruté con él, reí, me cayeron algunas lágrimas y me dejé enganchar por la historia. No sé si fue este contador de historias o los personajes del libro cuando lo releía que me hicieron darle algunos matices. Me sometí a ellos y después de ese último borrador volví a vivir la ilusión y a la vez el temor de sacar un nuevo libro a la luz.
¿A qué auto-exigencia te sometió el éxito de tus anteriores obras?
-Me relaja más que me auto-exige. Nunca pensé que escribiría, menos aún que tuviera los miles de seguidores que me apoyan y quieren leer mis libros, y eso me hace disfrutar. Sé que si siento que tengo una historia, me atreveré a contarla.
-¿Escribir es la terapia que cura muchos de tus males?
-Es hablar con uno mismo, tener tu yo delante, sacar tu interior. Me siento en armonía y todo fluye, mi mente está en paz con mis sentimientos. El niño, el joven, el soñador que hay en mí se atreve a salir y con ello se va creando la historia.
-En tiempos tan complejos, ¿qué sentiste al tener, por fin, la novela en tus manos?
-Una necesidad de verla real. La esperas con ansia. Cuando llegó a mis manos, me puse a leerla como un niño pequeño con su regalo, disfrutando de cada página y diciéndome: Luis, esta historia por fin es realidad.
¿Cómo influyó la pandemia en tu estado de ánimo y en la acción literaria?
-La pandemia ha supuesto decirme cada día: hay que salir adelante, hay que seguir. En los momentos más duros, hacer ejercicio en casa, una hora al menos al día, corriendo en un espacio reducido y planteándome que ya había demasiadas penas en los medios, que había que aportar algo positivo.
-¿Cómo se te ocurrió el título?
-Este título ha sido el que más se ha hecho esperar de todos mis libros. Llegué a tener seis títulos al comienzo del borrador y por ninguno me decidía. Era como si les faltase algo y de repente, después de más de un año, surgió este título en la cabeza. Me dijeron que era largo, pero era mi título. El que sentí que refleja la esencia de la historia.
-¿Qué sentiste al poner el punto final?
-Una satisfacción interna y la ilusión de poder emocionar a miles de personas. Es que no lo puedo evitar. Soy un soñador hasta para que gusten mis libros.
-¿Trabajan ya tu mente y tu corazón en el argumento de una próxima novela?
-Hay una nueva nebulosa en mi cabeza, unas páginas escritas, una historia que sigue en mi mente, que también se va desarrollando en mi corazón y me va provocando emociones. ¡Ojalá que de ahí salga una historia que un día sea contada!
La carrera literaria de Luis Anguita Juega cuenta, pues, con otro paso firme. ¡Enhorabuena por este libro, querido y admirado amigo! “No me importa dónde estés, lo que quiero es verte” está lleno de sensibilidad. Es un auténtico bolero. Página tras página, perfecto sinónimo de alma, corazón y vida. Tu éxito será, de nuevo, muy merecido.