Mi amigo Javier Sainz Moreno -catedrático, escritor, editor, gran entendido en circo- me ha remitido unas poéticas y hermosas palabras dedicadas a los jardines de Piquío, emblemático lugar de Santander que conoce muy bien y que activa en su memoria sentimental entrañables recuerdos. Son las siguientes: “Ya no piso los céspedes protegidos por redondas piedras blancas para coger hojas excepcionalmente bellas; ahora prenso en mi herbario las luces de los atardeceres de verano en las terrazas de los jardines de Piquío frente a las brisas que humedecen los tamariscos. Tal vez en una de esas láminas fotográficas que contemplo me iré volando como gaviota reidora sobre la estela brillantísima de la luna hasta América y más allá de este planeta noticiero y giratorio. O, simplemente, no”. Y añade la siguiente dedicatoria: “A Javier Rodríguez, intelectual, periodista, locutor y fotógrafo de Santander, Cantabria, el mar, las playas, las nubes, los gatos y tantas cosas más”. Muchas gracias, querido Javier. Te esperamos en la novia del mar. ¡Un abrazo y hasta pronto!
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En el fotomontaje, la imagen de Javier y una foto que hice en los jardines de Piquío.
